¿Qué es eso del Growth-Driven Design?

También conocido como GDD, es una metodología de translación de principios ágiles orientados al desarrollo web y combinado con disciplinas relacionadas al Design Thinking, que busca colocar a los usuarios siempre en el centro.  

Cuando iniciamos un nuevo proyecto, realmente conocemos muy poco de los mismos. Eso por eso que el GDD defiende que la única certeza de hacer las cosas bien es tomando mediciones. Presuponer está de más, pues lo verdaderamente necesario es analizar lo que el usuario final quiere. Y pretender tenerlo todo super clarificado desde el principio es un error. 

Si aplicamos Growth-Driven Design en nuestra estrategia, no debemos de perder de vista su objetivo principal: asegurarnos de que el entorno digital se adecúa a la resolución de las problemáticas que tiene o puede tener nuestro    usuario final. 

Growth-Driven Design

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Y… ¿qué ventajas tiene para las empresas?

Aquellos negocios que aplican la una metodología GDD basada en datos en su estrategia, contarán con menores tiempos de desarrollo que podrían verse reducido en un 66%. Además, el feedback es muy rápido a consecuencia de la reducción del tiempo de desarrollo porque los productos se colocarán en el mercado con mucha más agilidad. Esto permite que, si te has equivocado, puedas pivotar y corregir los errores de manera inmediata y eficaz. Permite discernir entre lo que es verdaderamente importante y que no, ya que aporta una visión clara y sin rodeos de los matices que aportan valor.  

También cabe mencionar que el Growth-Driven Design es una metodología cuyo coste no es elevado, de hecho, es más económica que el desarrollo web tradicional porque permite optimizar toda la inversión realizada al no incurrir en sobrecostes añadidos a un precio cerrado inicial como se venía haciendo desde hace muchos años. 

Fases del proceso de desarrollo del Growth-Driven Design  

Podemos distinguir 3 fases: 

1. La estrategia (1 mes). Muy ligada al Design Thinking, consiste en analizar cuál es nuestra tipología de clientes y qué dolor tiene cada uno de ellos. Necesitaremos pensar en qué hacen estos clientes para resolver sus problemas e idear una solución que podamos darles para ayudarles a hacerlo. 
2. Construir la plataforma de lanzamiento (2-3 meses). Diseñar y lanzar aquella página web que cumpla las principales características que hemos definido durante la creación de la estrategia, que más valor aporta y que sea mejor que lo que teníamos antes, para que desde el momento de su lanzamiento ya comience a recibir datos. 
3. Mejora continua. Tras medir los KPI’s, se implementan los cambios necesarios basados en los datos recopilados para consolidar el proyecto progresivamente y mantenerlo actualizado, obteniendo siempre su mejor versión. 

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