Hace unos días, viendo el programa La Revuelta, descubrí que David Broncano añadió una nueva pregunta a sus clásicas «¿cuánto dinero tienes en el banco?» y «¿cuántas relaciones sexuales has tenido este mes?». La nueva interrogante, aunque parece sencilla, es sorprendentemente profunda:
(Te respondo mi caso al final del artículo).
Según Broncano, todos cargamos con ciertos prejuicios, ya sea por machismo o racismo. Y esta pregunta, lejos de ser una broma, nos invita a reflexionar sobre nuestras actitudes y comportamientos.
Mientras pensaba en esto, me surgió una inquietud: ¿qué pasaría si hiciéramos esta pregunta a las marcas? ¿Están las empresas realmente comprometidas con la diversidad, la equidad y la inclusión? ¿O simplemente transmiten mensajes que perpetúan los prejuicios?
La comunicación y la publicidad son herramientas poderosas para influir en cómo percibimos el mundo y los valores que compartimos. Entre esos valores, uno de los más relevantes para la sociedad actual es la igualdad.
Las empresas que adoptan una comunicación libre de estereotipos de género, raza, edad o capacidades no solo contribuyen al progreso social, sino que también fortalecen su reputación. Esto se traduce en más ventas y mejores oportunidades para atraer talento.
De hecho, estudios recientes avalan esta tendencia:
En España, desde marzo de 2022, las empresas con 50 o más empleados deben implementar un Plan de Igualdad. Sin embargo, este avance es insuficiente.
Por ejemplo, una investigación de Sra. Rushmore en 2017 reveló que el 60% de los anuncios en categorías como belleza, moda o limpieza eran protagonizados por mujeres. Pero en espacios tradicionalmente masculinos, como el deporte o el ámbito laboral, su representación caía drásticamente.
Incluso las herramientas tecnológicas han reproducido sesgos. En versiones iniciales de Chat GPT, al solicitar ilustraciones de oficinas, las mujeres aparecían con menos frecuencia y, a menudo, bajo estereotipos sexualizados.
A pesar de esto, el 90% de los profesionales del marketing afirma evitar los estereotipos de género. ¿Cómo es posible esta contradicción?
Para superar estos desafíos, las empresas deben pasar del discurso a la acción, revisando a fondo su comunicación y estrategias de marketing. Aquí te propongo un punto de partida:
Una auditoría exhaustiva ayuda a identificar áreas de mejora. Algunos aspectos clave a evaluar son:
Tras la auditoría, es fundamental implementar cambios significativos:
Después de reflexionar profundamente, mi respuesta es que probablemente soy más racista que machista.
¿Y tú? ¿Te atreves a pensar en ello? Déjame tu respuesta en los comentarios, ¡hagamos juntos este ejercicio de autocrítica y mejora! 🚀
Bárbara Monte
Cofundadora y CMO de Think On Marketing
TOFU es una fase en la estrategia de marketing que se centra en atraer y crear conciencia entre una audiencia amplia y diversa. En esta etapa, las empresas buscan captar la atención de personas que aún no están familiarizadas con su marca o producto.
"*" señala los campos obligatorios